En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, las amas de casa sienten más miedo por no tener que comer que a enfermarse durante la pandemia de covid-19.
También le temen a la policía municipal porque se ha dedicado a retirarlas por a fuerza cuando intentan instalarse en la calle para vender diferentes mercancías por la falta de empleo y dinero para el sustento de sus hogares.
"Desde marzo nos metimos al confinamiento, por miedo nos metimos a la casa, pero hoy el miedo de enfermarnos no es tan grande como el de no tener que comer.No hay nadie que nos ayude a los pobres, no tenemos otra fuente de ingreso, estamos desempleados, no somos flojos, somos muy chambeares", fueron las palabras de Josefina Sánchez González, de 52 años.
Desde su hogar, la habitante de Tuxtla Gutiérrez y vendedora ambulante de plantas dijo que desde marzo acató la instrucción de resguardarse en su casa por seguridad durante la pandemia de covid-19.
Pero ha llegado el momento en que no tiene ya para comer y se ve obligada a retomar la venta de plantas en las calles, expuesta a la enfermedad pandémica y también la fuerza pública.
Denunció que cuando instala su puesto de plantas, elementos policiales le han arrebatado su mercancía sin que nadie pueda hacer nada a favor de ella.
"Pareciera que la policía nos huele y regresamos impotentes, sin dinero y con mucha hambre", señaló.
Desesperada, doña Josefina pide apoyo al gobierno federal para que le ayuden con apoyo económico, créditos o despensas alimentarias; ya que aparte de no tener para comer, no cuenta con dinero para sus medicamentos y atender las enfermedades crónicas que padece.
"No hay nadie que nos ayude, por eso pido al señor Andrés López Obrador que responda al voto y confianza que el pueblo les dio en las elecciones.Necesitamos que nos apoyen, porque no es posible que hasta hoy sigamos con tantas mentiras", espetó con decepción y molestia.
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